viernes, 19 de enero de 2018

Cambiar

Despedirse de uno mismo, para volver a nacer
sinceramente que no es fácil...
decirle hasta luego a tu madre,
mirarte en el espejo, el mismo de cada mañana,
y saber que no volverás a verte en ese reflejo por un par de meses
y sospechar que para la próxima vez que lo hagas,
ya no será igual, ya que para entonces tu mirada cambiará.
Tener un boleto seguro en mano, para el viaje de la metamorfosis,
resulta extraño, emocionante y excitante a la vez,
querer llorar y reír al mismo tiempo, apretar los puños contra el pecho,
cual tienes contraído de tantos sentimientos...
Decir YO PUEDO, sin justificar alguna sospecha de fracaso,
es de valientes, es de héroes...
Porque el que lucha por mantener la paz de su alma,
se merece un gran mérito, se merece sonrisas de vuelto. 

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