Instinta traición.

Mi mente me traiciona y trae tu imagen a mis recuerdos y aunque quiera pasar la página, esa que está en blanco, que no tiene historia, pero si memoria, circunstancias que no llegarán a ser más que eso, que nunca serán un suceso. Mi pulso inquieto le pide declaraciones a mis sentimientos para llenar esas líneas vacías en mi cuaderno. 

Lejos de mí.

Me quede un rato aquí, inerte en el tiempo, ausente en el espacio, conservando mis pasiones para ti, arrastrando este mar de sentimientos que ahora parece un desierto. Aquí bajo un árbol para evitar el sol y la lluvia, me dormí en la espera y ahora no sé sí es ésta mi realidad o es una pesadilla de la que no logro despertar. De pronto veo tus labios, de pronto veo tus ojos, de pronto mi corazón palpita como si te tuviera cerca... seré yo quién está lejos de sí?

Equivocados...

Los humanos somos así, siempre andamos buscando alguien que consienta nuestro corazón, alguien que rocié nuestros labios... Una búsqueda constante. Sí alguien se va, pronto será reemplazado. Así tu alma llore a cántaros, aveces sin razón, aveces por orgullo, dejas ir el verdadero amor, compensando el dolor por caricias efímeras, por cosquillas sin risas.