Mi despertar.

Cada mañana al abrir los ojos
mis pupilas se dilatan,
mis labios dibujan una sonrisa,
mi corazón late, para recordarme que está allí,
mis pensamientos comienzan a hablarme,
mi cuerpo se estremece,
mis manos se toman una a la otra,
mis piernas se encariñan.
Cada mañana al abrir los ojos
veo la esperanza frente a mí,
llevo conmigo algo muy valioso
llevo mi vida, mi realidad y mis metas,
llevo mi pasado, mi presente y mi por venir,
llevo mis triunfos del mismo peso que mis fracasos.
Siempre me acuesto a dormir
con la esperanza de volver a despertar.

Aceptación.

Me vuelvo a equivocar, había perdido la costumbre...

llevaba rato en pié, pero hoy tropecé y volví a caer.

Y entonces pensé ¿A quién echarle la culpa? 

a la piedra... ¿Por qué se atravesó en mi camino? 

¿A las personas que me hablaban para distraerme mientras caminaba?

¿A mí, porque es mi asunto, porque es mi camino? 

Y pues si, no busqué más excusas, 

pues de más nadie, que de mí, es la culpa. 

Seguiré intentando, seguiré levantándome.

Siempre supe quien era,
sigo mi camino, el mío
desde otros lados escucho los gritos
"no entres por ahí" "devuélvete" "es peligroso"
todos esos que alzan sus voces, están allí sentados,
han permanecido por décadas en el mismo lugar,
todo por temor a dar un pié en falso.
Me he detenido en diversas ocasiones,
he caído en tentaciones,
he caído, como ahora,
pero siempre sigo intentando levantarme,
y seguir el camino al ras de mis sueños....

Te agradezco mi Venezuela.

Te veo con los ojos
de quien enamorada está
me has abierto las puertas de tu corazón
me has enseñado tus cicatrices
me has hecho parte de tu esencia
me has dado de tu sangre
de tu tierra, de tus aires
me has enamorado con cada atardecer
me has hipnotizado con tu resplandor
con el valor de tu vegetación
con el cálido abrazo de quien me rodea
de esas personas que vienen de tu vientre
y al igual que yo enorgullecidos están
por tenerte como madre
tropical como mujer aventurera,
nos has enseñado a soñar
a ser andinos o costeros,
de la ciudad o del pueblo...
Tú me has dado tanto,
pero de todo, lo que inmensamente agradezco
es haberme dado una identidad,
haberme dado este hogar.

Yo sigo aquí

Y entre tantas cosas

tantos desaires 

tantas risas 

tanto llanto 

tantas miradas fugases 

tantas esperas 

tantas preguntas

pocas respuestas.

Pero entre tanto y tanto... 

yo sólo sé que tanto puedo 

te recuerdo. 

entre esos desaires

entre esas sonrisas

entre el llanto 

entre aquellas miradas

yo seguí en la espera 

de alguna respuesta.